Redacción. El pasado viernes 7 de octubre falleció la actriz Martha Roth, figura emblemática del cine mexicano de la época de oro, en tanto Gonzalo Vega, actor clave del cine mexicano de las últimas décadas, dejó de existir este lunes 10 de octubre. Con trayectorias separadas generacionalmente, ambos lograron destacar en numerosos filmes valiosos dentro de la cinematografía nacional, algunos de los cuales marcaron momentos de referencia por sus temas y originalidad.
Martha Roth Pizzo nació en Padua, Italia, el 29 de mayo de 1932. Siendo aún muy niña llegó a México y aquí estudió arte dramático con Seki Sano. Dueña de una serena belleza, desde su mismo debut en el cine mostró sus grandes capacidades actorales, como la adolescente que enfrenta la autoridad paterna en “Una familia de tantas” (1948), por la cual obtuvo el premio Ariel como mejor coartación femenina.
Después, intervino en numerosas cintas de todo género, en las que, además de explotarse frecuentemente su aire de extranjera, desplegó talento y belleza, y se convirtió en una figura relevante de los años cuarenta y cincuenta, si bien su carrera cinematográfica se extendió hasta años recientes.
En su filmografía se cuentan películas como “No me quieras tanto” (1948), “El abandonado” (1949), “Anillo de compromiso” (1951), “Una gringuita en México” (1951), “Sucedió en Acapulco” (1952), “Quiéreme porque me muero” (1953), “Cuando se quiere se quiere” (1958), “La madrecita” (1973), “Intriga contra México (¿Nos traicionará el presidente?”, 1988), “Violencia a domicilio” (El jardín de la paz, 1989) y “Morirse está en hebreo” (2007), su última participación en el cine. Igualmente destacada actriz teatral y de televisión, desarrolló en estos medios una vasta trayectoria hasta el presente.
Gonzalo Vega
Mientras tanto, Gonzalo Vega falleció a causa de una enfermedad (el síndrome mielodisplásico) que padecía desde hacía varios años. Nació en la Ciudad de México, el 29 de noviembre de 1946. Realizó estudios en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Posteriormente incursionó en el cine, en el que debutó en la película “Los recuerdos del porvenir “(1968), de Arturo Ripstein, a la que siguieron títulos como “Por qué nací mujer” (1968), “Las pirañas aman en cuaresma” (1969), “Pubertinaje” (1971), “Aquellos años” (1972), “Ante el cadáver de un líder” (1973), “Retrato de una mujer casada” (1979), “Nocaut” (1982) y “Terror y encajes negros” (1985), entre otros.
Actor de gran capacidad histriónica, incursionó también en la televisión y reiteradamente en el teatro, en el que estelarizó, ininterrumpidamente, la obra “La señora presidenta”. En atención a su gran solvencia interpretativa, a lo largo de su trayectoria obtuvo numerosos reconocimientos, en México y en el extranjero, entre los que se cuentan dos premios Diosa de Plata, por su papel en “El juicio de Martín Cortés” (Los hijos de la Malinche, 1973) y por su intervención en “Las Poquianchis” (1976), así como dos arieles, por sus actuaciones en las imprescindibles cintas “El lugar sin límites” (1977) y “Lo que importa es vivir” (El amante eficaz, 1986).
En 2013 fue coprotagonista del exitoso filme “Nosotros los Nobles”, con el cual se despidió de los foros de cine por la puerta grande.
Descansen en paz.